A pocos días del crimen de Paulo Agustín, el niño de 3 años asesinado en Lomas de Zamora, que generó una gran sensibilidad en la sociedad, el Gobierno nacional reforzó la presión oara que el Congreso disponga del tratamiento de la ley que baja la edad de imputabilidad de los menores hasta los 16 años.
El secretario de Seguridad Interior de la Nación, Gerardo Milman, advirtió que el Congreso nacional está en "deuda" en la discusión con la sanción de un régimen penal especial para menores para evitar que "sean inimputables los menores de 16 o 17 años" que cometen crímenes violentos.
Además, planteó que la inseguridad es "una de las principales demandas" de la ciudadanía no solo en "territorio bonaerense, sino en cualquier lugar del país"; aunque reconoció que el Ejecutivo "también tiene que trabajar en las causas que provocan que jóvenes terminan en este lugar que no desea la sociedad".
Uno de los argumentos que emitió que funcionario para justificar la baja enb la edad de imputabilidad es que "la evolución de la humanidad respecto a los procesos infantiles y adolescentes" demuestra que "hoy los jóvenes son mucho más adultos y tienen muchas más conciencia y más información que hace décadas, en las que eran mucho más aniñados".
Otro de los funcionarios que se expresó en torno a la cuestión fue el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, quien se mostró preocupado por la existencia de bolsones de pobreza donde el delito "es una forma de vida", en la que los adolescentes la "aprendieron de sus padres y sus abuelos".
