La empresaria Anahí Olivia Sánchez Lazzaro, ex nuera de Carlos Corach, fue encontrada sin vida en su departamento de Puerto Escondido en Nordelta. Tenía 49 años y estaba en medio de una intensa batalla legal con su ex esposo y su familia política. En su habitación, donde fue hallado su cuerpo, se encontraron varios psicofármacos, con "blisters vacíos", según un informe policial.
La fiscal Virginia Toso ordenó la autopsia del cuerpo en la morgue del Hospital Municipal de San Fernando. Se determinó que Sánchez Lazzaro murió de un infarto y que no había ingerido medicamentos antes de morir, a pesar de lo encontrado junto a su cuerpo. Era madre de dos hijos, una mujer de 19 años y un varón de 16. Su hija mayor fue quien descubrió su cuerpo.
Ordenó que la Policía Científica realice una nueva inspección en el departamento de la torre Tequirí, donde falleció Sánchez Lazzaro. También solicitará los estudios toxicológicos y de órganos correspondientes y pedirá su historia clínica completa.
La causa preliminar de la muerte sorprendió aún más al entorno de Sánchez Lazzaro. "No lo puedo creer, estaba sana, a la espera de los resultados de sus juicios", dijo una persona muy cercana a la fallecida. Sánchez Lazzaro estaba en medio de un fuerte juicio con Natalio Corach por alimentos. Era representada por la abogada Ana Rosenfeld.
En 2017, Corach padre había denunciado a Lazzaro por extorsión, una acusación que fue descartada tres años después por la Cámara del Crimen. Los conflictos de la mujer encontrada muerta en Nordelta con su ex familia política se dieron en varios frentes. Natalio Andrés Corach, hijo del medio del ex ministro, llevaba varios años enfrentado con su ex esposa por la división de bienes y por la cuota de alimentos. Además, Sánchez Lazzaro había sido convocada para declarar años atrás en la causa Siemens, donde Corach padre fue investigado.