Por Rocío Bao
No somos terroristas
Después de la feroz represión comandada por Bullrich durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, desde el Gobierno nacional no sólo felicitaron a las fuerzas de seguridad, sino que, pese al burdo montaje de policías infiltrados para ocasionar desorden, calificaron a quienes protestaron de "terroristas" y "golpistas".
13 de junio de 2024 - 14:18
La jornada de debate en el Senado por la Ley Bases que, finalmente se aprobó en general, dejó un saldo de heridxs en la calle que ardió de protestas, más de 30 detenidxs, y puso en evidencia, otra vez, que el ajuste sólo se puede aplicar de la mano de la represión.
Policía, Prefectura y Gendarmería hicieron lo que saben: pegar con palos, disparar a pura diversión entre risas y burlas, y tirar gas pimienta en la cara. Nos apuntaron a la cara y a los ojos, no solo a manifestantes, sino a quienes trabajamos en prensa para cubrir cada suceso, y eso no es casualidad.
Se dificulta en este contexto elegir palabras para el relato de lo sucedido sin caer en la subjetividad, cuando después de padecer en la piel y en el cuerpo las consecuencias de la represión, escuchamos al Presidente de la Nación Javier Milei calificarnos de "terroristas", mientras le agradece a esas fuerzas de seguridad a las cuales mandó a reprimir, por haber evitado un "golpe de Estado" en un acto consciente de profunda banalización del significado de este término.
La delirante versión de Bullrich: fue un "golpe de Estado moderno"
Su propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se refirió a la protesta de la misma manera: habló de "un golpe de Estado moderno" y justificó las más de 30 detenciones completamente arbitrarias.
La dinámica represiva es siempre la misma, al igual que los infiltrados de siempre que ni siquiera se esfuerzan por ocultar porque claro, una vez que el Gobierno y los medios indicaron que lxs manifestantes somos quienes ejercemos la violencia y muestran la foto de las piedras, el mensaje se extiende y mancha como el aceite derramado.
El descontrol organizado de Patricia Bullrich: infiltrados y "services" descubiertos
Las estrategias para disminuir y contrarrestar la protesta social, a la larga, son siempre las mismas, el problema radica en la intensidad de la violencia estatal que gana territorio en la aprobación social a base de instalar mentiras por redes sociales, por discuros políticos, y medios de comunicación.
Mientras tanto seguimos en la calle, como trabajadorxs de prensa intentando mostrar en ejercicio de la libertad de expresión -que tenemos aunque nos la quieran arrebatar a fuerza de balazos, gases y golpes- y como manifestantes en ejercicio de nuestro derecho constitucional.
Fotos: Rocío Bao