El superavit fake de Milei se cae a pedazos. La pregunta es si el dato matará al relato o se seguirá dando la inversa, como hasta ahora. Sólo durante el primer trimestre de 2024, la deuda del gobierno de Milei con las empresas generadoras de electricidad se aproxima a los 1.300 millones de dólares, y se deben otros 900 millones de dólares a las compañías productoras de gas, de acuerdo con fuentes del sector e informes presentados a la Comisión de Valores.
Las plantas más perjudicadas son Central Puerto, Pampa Energía, YPF Luz, AES, Albanesi, Enel, Genneia y MSU Energy, los actores principales del sector. La mayoría de ellos están altamente endeudados con préstamos de bancos internacionales, que obtuvieron para financiar sus inversiones.
Esta semana, Pampa Energía y la multinacional estadounidense AES emitieron comunicados a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
La empresa de Marcelo Mindlin, dedicada a la generación termoeléctrica y la producción de gas, anunció que la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) -o sea, el Tesoro nacional- le debe 133.191 millones.
Por su parte, la compañía estadounidense -con activos hidroeléctricos y térmicos- especificó que “las transacciones de diciembre del 2023, enero y febrero del 2024 y los pagos correspondientes al crédito del Fondo para Inversiones Necesarias que Permitan Incrementar la Oferta de Energía Eléctrica en el Mercado Mayorista (FONINVEMEM) de los meses de marzo y abril” acumularon una deuda por un monto total estimado de 37.483millones.
La interrupción de pagos para contribuir con el falso superávit fiscal está generando tensiones en el sector y preocupación entre los tenedores de bonos corporativos internacionales".
Cammesa es una sociedad mixta compuesta en partes iguales (20% cada una) por la Secretaría de Energía, las generadoras eléctricas, las transportistas, las distribuidoras y los grandes usuarios.
Actúa como intermediario administrativo y financiero: compra el gas a las petroleras y las importaciones que realiza Energía Argentina (Enarsa); lo revende a las generadoras, que lo utilizan para producir electricidad; le vuelve a comprar la energía térmica y de otras fuentes a esas mismas generadoras y revende la electricidad a las distribuidoras.
Sus fuentes de ingresos provienen de dos partes: el pago de la energía que compran las distribuidoras -tarifas de los usuarios- y los subsidios que proporciona el Estado nacional.
LA INSÓLITA DECISIÓN DE MILEI: DEJAR DE PAGAR
El Ministerio de Economía tomó la decisión de cesar el pago de subsidios con el objetivo de “equilibrar” las finanzas públicas. Hasta marzo, las empresas distribuidoras de energía de todo el país no contaban con las tarifas que afirmaban necesitar para cubrir sus costos, lo que resultó en una acumulación de deudas con Cammesa por un total de $ 922.298 millones. Milei solicitó la ejecución de las cooperativas de Chubut y la provincia de Buenos Aires y el embargo de sus cuentas para recuperar estos atrasos pendientes.
Por otro lado, Edenor y Edesur sostienen que el Estado nacional no cumplió con el contrato de la Revisión Tarifaria Integral (RTI) 2017-2021 debido a los congelamientos de tarifas, lo que les convertiría en acreedores de una deuda que se aproxima a los $ 2 billones.
De acuerdo con el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los subsidios a la energía “soportaron” el 9% del ajuste del gasto primario durante el primer trimestre del año, lo que se traduce en una disminución de $ 763.429 millones de pesos constantes de marzo 2024.
