POLÍTICA | lesa humanidad

Una periodista halló en el Pozo de Vargas a cinco familiares desaparecidos

La periodista y militante tucumana Marta Rondoletto halló a su padre junto a otros cuatro miembros de su familia. En la fosa encontraron días atrás los restos de diecinueve víctimas de la última dictadura cívico-militar

Una periodista halló en el Pozo de Vargas a cinco familiares desaparecidos
Una periodista halló en el Pozo de Vargas a cinco familiares desaparecidos

Días turbulentos vive la periodista y militante tucumana Marta Rondoletto. Es que tras el hallazgo de los restos de diecinueve desaparecidos fue identificado su padre, Pedro Rondoletto, en el Pozo de Vargas, la fosa clandestina donde la dictadura militar arrojó a sus víctimas.

Con este hallazgo, la periodista ya encontró a cinco miembros de su familia que fueron secuestrados y desaparecidos, pero aún falta su sobrino: "Lo voy a seguir buscando", afirmó.

"El secuestro de toda una familia como la mía tiene características especiales porque no hay muchos casos similares y sucedió a la vista de todos, en pleno día, tomando las casas de los vecinos y cortando calles", aseguró la mujer en diálogo con Télam. 

Los Rondoletto tenía una imprenta en la capital tucumana y el secuestro de la familia en pleno se produjo a la luz del día, el 2 de noviembre de 1976. La familia estaba integrada por Marta, su padre Pedro Rondoletto- cuyos restos fueron identificados ahora-, su madre María Cenador, sus hermanos Jorge y Silvia y de su cuñada Azucena Bermejo, que estaba embarazada de cuatro meses en el momento en que se la llevaron.

En el momento en que ocurrió el secuestro de su familia, Marta se encontraba en Buenos Aires, junto a su marido Isauro Martínez, por lo que se enteró de los sucedido días después a través de unos familiares.

"Me pidieron que no los llamara, que no intente contactarme con ellos porque estaban aterrorizados y sabían que habían ido a buscarme a mí", según recordó la mujer.

En esos tiempos, Marta militaba en la Juventud Peronista y tenía una activa vida sindical, como delegada del Canal 10 de Tucumán. "Al igual que mi marido, cumplíamos actividades públicas con fuerte orientación política, pero actividades públicas", contó.

Ya en democracia, la mujer pudo saber que su familia pasó por la Jefatura de Policía y el Arsenal Miguel de Azcúenaga, dos centros clandestinos de detención y exterminio en la provincia.



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