El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) advirtió que, en los primeros seis meses de 2024, "las balas de la policía" arrebataron la vida de 59 personas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
A través de un informe elaborado y actualizado por el propio organismo, "las muertes crecieron un 20% en comparación con el mismo período del año pasado".
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El alarmante crecimiento se explica porque la policía de la Ciudad de Buenos Aires pasó de 6 casos a 16. Asimismo, de acuerdo al desglose realizado por el CELS, otros 24 asesinatos fueron perpetrados por la Policía Bonaerense, 18 por las Fuerzas Federales, y 1 por el Ejército argentino.
Otro de los aspectos alarmantes denunciados por el CELS, es que el 80% de las muertes son provocadas por agentes fuera de servicio.
Uno de los casos recientes de mayor repercusión y que evidencian el exceso y el mal uso de la fuerza policial, fue el de Bastián Escalante Montoya, un nene de 10 años que murió en Wilde, producto del disparo de un policía, que quiso defenderse de un robo.
La semana pasada finalizaron los peritajes realizados por la Policía Federal, tras lo cual, se conoció que las todas las vainas servidas halladas en el lugar pertenecían únicamente al agente de la Bonaerense Juan Alberto García Tonzo.
Sumado a ello, en las cámaras de seguridad no se pudo constatar que los jóvenes hayan efectuado algún disparo ni que estuvieran armados.
Finalmente, la Justicia consideró como responsable del crimen de Bastián a García Tonzo.