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Se prenden las alarmas: en 2023 la producción editorial cayó un 24%

La CAL publicó su informe anual en el que evalúa y se comparan los patrones de producción de los libros año a año. El dato revelador que suma preocupación de cara al futuro inmediato: un buen porcentaje de la tirada total pertenecía a los títulos editados por el ex Ministerio de Educación.

Librería El Ateneo Grand Splendid.
Librería El Ateneo Grand Splendid.

La Cámara Argentina del Libro (CAL) publicó un informe que revela una importante caída en la producción editorial respecto al año anterior: se editaron 24.690 títulos en papel con una tirada total de 47.988.761 ejemplares, lo que representa un 24% menos respecto del 2022 y que retrotrae los valores a los de prepandemia.

Cabe mencionar que solo se tienen en cuenta los libros registrados con ISBN (Número Internacional Normalizado para Identificación de Libros), que es el registro formal y que actúa como si fuese el DNI de un libro. Se encuentra en la página de legales de cada obra.

Respecto a la tirada total del 2023 también debe aclararse que, de esa cifra, 13 millones corresponden a materiales editados con fines educativos por entidades públicas, principalmente el ex Ministerio de Educación de la Nación. Es decir; el 26% de la tirada. Las sospechas arrojan que en el 2024 ese porcentaje podría reducirse a cero.

El informe arroja a la luz otros aspectos relevantes en la publicación de los libros, como el hecho de que más de la mitad de las obras fueron editadas en CABA (55%); en segundo lugar, en Buenos Aires (18%) y en tercer lugar Santa Fe (9%).

Por otro lado, la tirada promedio disminuyó de 2.900 ejemplares en 2016 a 1.700 en 2023. La mayor parte de las novedades salieron al mercado con una tirada de apenas 1.000 ejemplares, lo que significa menos de un ejemplar por cada librería del país (se estiman alrededor de 1.300 en todo la Argentina).

 

Novedades

En cuanto a novedades, cuatro de cada diez registros resultaron digitales, donde el 80% de estos derivan como réplicas de la versión publicada en papel y el 20% restante corresponde a libros nativos digitales. Es para destacar que las versiones digitales de libros impresos llegaron a un pico histórico con el 22%.

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Un dato importante es que el 75% de las novedades son publicadas por pymes editoriales, y solo el 25% por los grandes grupos editoriales. ¿A qué se debe?

La respuesta la puede tener Juan Manuel Pampín, presidente de la CAL y editor en Corregidor, que en diálogo con Página12 señaló:

“Las editoriales independientes por lo general apuestan por los nuevos autores. Los grandes grupos son descubridores de segundos libros. Los editores más pequeños somos aquellos que corremos riesgos y descubrimos nuevas voces. El ejemplo más claro que tenemos puede ser Cometierra de Dolores Reyes, que fue descubierta por una editorial pequeña independiente (Sigilo) y el año pasado publicó su segunda parte (Miseria) en Penguin Random House. Las editoriales más grandes por lo general tienden a minimizar el riesgo”.

Podés leer el informe completo acá.



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